Llega septiembre




 
Se acerca el mes de septiembre y con él la vuelta a la rutina, vuelta al trabajo, vuelta al cole, planificaciones anuales...pero...¿De qué color es tu mes de SEPTIEMBRE?. En Europa es el mes en el que comienza el otoño, se va el calorcito, los rayos de sol no calientan tanto y todo se tiñe de color marrón, amarillo, rojo...Septiembre es un mes de agobios económicos (compra libros, compra uniformes, material escolar...y siempre surge algún imprevisto...), de agobios emocionales (vuelta al trabajo, periodo de adaptación escolar) con el síndrome postvacacional (que existir existe), de vuelta a las rutinas (acostarse pronto, levantarse más pronto aún, horarios de cenas comidas desayunos (perdidos en los dos meses de verano), vuelta a las normas (aquellas que se olvidaron en casa de los abuelos)...

Creo que es importante que nos paremos a reflexionar sobre esto, pues transmitimos nuestro estado de ánimo a los peques, nuestro estrés y nerviosismo. Para ellos tampoco es fácil "volver a empezar". Tengamos PACIENCIA unos con los otros, EMPATÍA con nuestros sentimientos y emociones y ayudemos a nuestros hijos a expresarlas.
 
Septiembre es un buen momento para revisar o hacer las "normas de nuestra familia" (para eso es el mes de los buenos propósitos), para dialogar sobre cómo nos hemos sentido a los largo del día , para probar nuevas responsabilidades ( el peque de la casa ha aprendido este verano a colocar los cubiertos del lavavajillas...), para dejar atrás creencias y formas de actuar que no nos funcionaron el curso pasado, es una NUEVA OPORTUNIDAD.
 
Los colores del otoño nos van a dar mucho juego en los próximos meses, os daremos ideas para verlos preciosos y hacer actividades con ellos.
 
 
 
 
 
 ¡FELIZ MES DE SEPTIEMBRE Y FELIZ REGRESO A LA RUTINA A TODOS!

¿Qué debe saber un niño de 4 años?

 Alicia Bayer publicaba la siguiente reflexión, en su blog la podéis encontrar en inglés:
 
¿QUE DEBE SABER UN NIÑO DE 4 AÑOS?

Antes de empezar a leer, párate a pensar en tu hijo de 4 años.

  Hace poco, en un foro sobre la educación de los hijos, leí una entrada de una madre preocupada porque sus hijos, de cuatro años y año y medio, no sabían lo suficiente. "¿Qué debe saber un niño de cuatro ...años?", preguntaba.
Las respuestas que leí me llamaron mucho la atención. Una madre indicaba una lista de todas las cosas que sabía su hijo. Contar hasta 100, los planetas, escribir su nombre y apellido, y así sucesivamente. Otras presumían de que sus hijos sabían muchas más cosas, incluso los de tres años. Algunas incluían enlaces a páginas con listas de lo que debe saber un niño a cada edad. Solo unas pocas decían que cada niño se desarrolla a su propio ritmo y que no hay que preocuparse.

Pensé que probablemente la respuesta de esas mujeres a una madre angustiada fuera añadirle más preocupación. Somos una cultura tan competitiva que hasta nuestros niños en edad preescolar se han convertido en trofeos de los que presumir. Pero atención!!! La infancia no debe ser una carrera.
 Por todo ello, he decidido proponer mi lista de lo que debe saber un niño (o una niña) de cuatro años:
  1. Debe saber que la quieren por completo, incondicionalmente y en todo momento.
  2. Debe saber que está a salvo y debe saber cómo mantenerse a salvo en lugares públicos, con otra gente y en distintas situaciones. Debe saber que tiene que fiarse de su instinto cuando conozca a alguien y que nunca tiene que hacer algo que no le parezca apropiado, se lo pida quien se lo pida. Debe conocer sus derechos y que su familia siempre le va a apoyar.
  3. Debe saber reír, hacer el tonto, ser gamberro y utilizar su imaginación. Debe saber que nunca pasa nada por pintar el cielo de color naranja o dibujar gatos con seis patas.
  4. Debe saber lo que le gusta y tener la seguridad de que se le va a dejar dedicarse a ello. Si no le apetece nada aprender los números, sus padres tienen que darse cuenta de que ya los aprenderá, casi sin querer, y dejar que en cambio se dedique a las naves espaciales, los dinosaurios, a dibujar o a jugar en el barro.
  5. Debe saber que el mundo es mágico y ella también. Debe saber que es fantástica, lista, creativa, compasiva y maravillosa. Debe saber que pasar el día al aire libre haciendo collares de flores, pasteles de barro y casitas de cuentos de hadas es tan importante como practicar la fonética. Mejor dicho, mucho más. 
 
 
Pero más importante es lo que deben saber los padres:
1.Que cada niño aprende a andar, hablar, leer y hacer cálculos a su propio ritmo, y que eso no influye en absoluto en cómo de bien ande, hable, lea o haga cálculos después.

2.Que el factor que más influye en el buen rendimiento académico y las buenas notas en el futuro no son los manuales, ni las guarderías elegantes, ni los juguetes caros, sino que mamá o papá dediquen un rato cada día o cada noche (o ambos) a compartir momentos de juego, lectura, dibujos y risas con sus hijos.
3.Que ser el niño más listo o más estudioso de la clase nunca ha significado ser el más feliz. Estamos tan obsesionados por tratar de dar a nuestros hijos todas las "ventajas" que lo que les estamos dando son unas vidas tan pluriempleadas y llenas de tensión como las nuestras. Una de las mejores cosas que podemos ofrecer a nuestros hijos es una niñez sencilla y despreocupada.

4.Que nuestros niños merecen vivir rodeados de libros, naturaleza, utensilios artísticos y, lo más importante, libertad para explorarlos. La mayoría de nosotros podríamos deshacernos del 90% de los juguetes de nuestros hijos y no los echarían de menos, pero algunos son importantes: juguetes creativos como los LEGO y los de encastre, una buena cantidad de témperas y plastilinas, los instrumentos musicales, los disfraces, y libros y más libros. Necesitan libertad para explorar con estas y otras cosas, amasar pan y ponerlo todo perdido, usar pintura, plastilina y purpurina en la mesa de la cocina mientras hacemos la cena aunque lo salpiquen todo, tener un rincón en el jardín en que puedan arrancar la hierba y hacer un cajón de barro.

5.Que nuestros hijos necesitan tenernos más. Hemos aprendido tan bien eso de que necesitamos cuidar de nosotros mismos que algunos lo usamos como excusa para que otros cuiden de nuestros hijos. Claro que todos necesitamos tiempo para un baño tranquilo, ver a los amigos, un rato para despejar la cabeza y, de vez en cuando, algo de vida aparte de los hijos. Pero vivimos en una época en la que las revistas para padres recomiendan que tratemos de dedicar 10 minutos diarios a cada hijo y prever un sábado al mes dedicado a la familia. ¡Qué horror! Nuestros hijos necesitan la Nintendo, los ordenadores, las actividades extraescolares, las clases de ballet, fultbol e ingles mucho menos de lo que nos necesitan a NOSOTROS. Necesitan a unos padres que se sienten a escuchar su relato de lo que han hecho durante el día, unas madres que se sienten a hacer manualidades con ellos, padres y madres que les lean cuentos y hagan tonterías con ellos. Necesitan que demos paseos con ellos en las noches de primavera sin importarnos que el pequeñajo vaya a 150 metros por hora. Tienen derecho a ayudarnos a hacer la cena aunque tardemos el doble y trabajemos el doble. Tienen derecho a saber que para nosotros son una prioridad y que nos encanta verdaderamente estar con ellos.
Y volviendo a esas listas de lo que saben los niños de cuatro años...
 
Sé que es natural comparar a nuestros hijos con otros niños y querer asegurarnos de que estamos haciendo todo lo posible por ellos. He aquí una lista de lo que se suele enseñar a los niños de esa edad y lo que deberían saber al acabar cada curso escolar, a partir del preescolar.
Como nosotros estamos educando a nuestros hijos en casa, yo suelo imprimir esas listas para comprobar si hay algo que falte de forma llamativa en lo que están aprendiendo. Hasta ahora no ha sucedido, pero a veces obtengo ideas sobre posibles temas para juegos o libros que sacar de la biblioteca pública. Tanto si los niños van al colegio como si no, las listas pueden ser útiles para ver lo que otros están aprendiendo, y pueden ayudar a tranquilizarnos sabiendo que van muy bien.
 
Si existen aspectos en los que parece que un niño está por detrás, hay que darse cuenta que eso no indica ningún fracaso, ni del niño ni de sus padres. Simplemente, es una laguna. Los niños aprenden lo que tienen alrededor, y la idea de que todos deben saber esas 15 cosas a una edad concreta es una tontería. Aun así, si queremos que las aprenda, lo que tenemos que hacer es introducirlas en la vida normal, jugar con ellas, y las absorberá de manera natural. Si contamos hasta 60 cuando estamos haciendo la masa de un bizcocho, aprenderá a contar. Podemos sacar de la biblioteca libros divertidos sobre el espacio o el abecedario. Experimentar con todo, desde la nieve hasta los colores de los alimentos. Todo irá entrando con más naturalidad, más diversión y muchas menos presiones.
Sin embargo, mi consejo favorito sobre los niños pequeños es el que aparece en esta página. (Creo que es la curiosidad y el amor por el aprendizaje)
¿Qué necesita un niño de cuatro años?
Mucho menos de lo que pensamos, y mucho más.
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    Este artículo nos "toca" de manera especial a las dos mamás que formamos Educaldía, porque nuestros hijos tienen 4 años, porque al igual que todas las madres del mundo buscamos lo mejor para nuestros pequeños, porque nos esforzamos en educar a nuestros hijos de una manera diferente, a contra corriente en muchas ocasiones. Porque al igual que a todas las madres, nos surgen dudas y tenemos miedos...pero a ninguna de las dos nos cabe la menor duda que no queremos los niños más listos, sino los más felices; que les damos lo mejor de nosotras mismas, que se sienten incondicionalmente amados y para nosotras eso es lo que debe saber un niño de 4 años.
     
     

    Sin el niño en casa

    Estoy sin el niño en casa. Se ha ido a pasar unos días con los abuelos. Son días raros en casa sin los juegos del peque ni trastos por el medio. Pero ya con cuatro años lo pasa bien con sus primos, los tíos y sobre todo con la abuela, de la que no se separa según me cuentan, jijiji!!!

    Y yo, aprovechando que no está el peque estoy organizando el próximo curso, me he apuntado a un taller de Charlotte Mason, así que iré ampliando información sobre este método de homeschooling. Guadalupe sigue inmersa en el Método Montessori por lo tanto ella en septiembre nos irá contando todo lo que ha aprendido este verano, que es bastante. También estoy preparando unas entradas sobre las workbox o educajas. Un sistema de organización para homeschoolers que creó Sue Patrick para su hijo y que realmente es muy cómodo para llevar un sistema organizado en nuestro aprendizaje diario. Hemos contactado con otras familias con proyectos muy interesantes y esperamos tener nuevas colaboraciones muy pronto. Todo esto será a partir de septiembre, ya sabéis que nos hemos tomado unos días de "vacaciones" en el blog, aunque seguimos dejando cosillas en nuestro  facebook.

    Y poco más, disfrutar de los últimos días de agosto.

    Un abrazo.



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